En este video del año 2016 podemos ver qué pasa cuando la izquierda expropia a los sectores productivos de un país. Una de las razones del por qué muchos hermanos venezolanos han dejado su país buscando un mejor futuro.
Expropiar, nacionalizar, democratizar, subir impuestos para que el productor venda al estado sus tierras. Díganle como quieran, al final es simplemente robar.
¿Has escuchado el cuento de las Tierras improductivas?, es un discurso ya conocido de la izquierda para apropiarse de una de las mayores riquezas de un país, las tierras. Te voy a explicar por qué ese discurso en realidad solo se aplica a esos mismos gobiernos de izquierda.
Tomemos como ejemplo a Colombia, en ese país no se puede hablar de tierras improductivas ya que no padece la escasez de algún alimento o producto, toda la demanda de la sociedad en materia agrícola, lo que ella necesita, está cubierta por el mercado. Entonces no hay tierras improductivas. La tierra en ese país está produciendo lo necesario para cubrir lo que necesita su sociedad. «Que hay tierras que no se están usando», sí, eso es cierto, pero es porque no hay un mercado que le exija a los productores su uso. Tan pronto como los productores o empresas privadas -que las crean personas como usted o como yo- van consiguiendo nuevos mercados, es decir, lugares donde vender sus productos, ya sean nacionales o extranjeros, se irá usando más tierra para producir. Es un concepto básico. O sea, ustedes en Colombia, en todos sus departamentos van a encontrar papa, plátano, cebolla, tomate, maíz, frutas, etc. Van a encontrar de todo. No hay escasez, las tierras están produciendo. Si hubiera escasez de algún producto se podría decir que «hay tierras improductivas», ya que no están produciendo ese producto que hace falta. Pero en este caso no es así, el mercado, los productores, la empresa privada, están cubriendo muy bien lo que la sociedad necesita.
Por otro lado tenemos a un país como Venezuela donde sí hay escasez, y allí sí podríamos decir que HAY TIERRAS IMPRODUCTIVAS, tierras que no están produciendo alimentos. ¿Por qué pasó esto?, porque un gobierno de izquierda se encargó de destruir el aparato productivo nacional. Venezuela tenía sus grandes productores de alimentos, y el gobierno decidió expropiar sus negocios, por razones casi siempre de odio, «que esos empresarios tenían mucho», «o que una guerra económica del imperio», o el famoso cuento de la repartición de tierras a los que no tienen. Y esas empresas pasaron a ser parte del gobierno.
Tomemos como ejemplo a Colombia, en ese país no se puede hablar de tierras improductivas ya que no padece la escasez de algún alimento o producto, toda la demanda de la sociedad en materia agrícola, lo que ella necesita, está cubierta por el mercado. Entonces no hay tierras improductivas. La tierra en ese país está produciendo lo necesario para cubrir lo que necesita su sociedad. «Que hay tierras que no se están usando», sí, eso es cierto, pero es porque no hay un mercado que le exija a los productores su uso. Tan pronto como los productores o empresas privadas -que las crean personas como usted o como yo- van consiguiendo nuevos mercados, es decir, lugares donde vender sus productos, ya sean nacionales o extranjeros, se irá usando más tierra para producir. Es un concepto básico. O sea, ustedes en Colombia, en todos sus departamentos van a encontrar papa, plátano, cebolla, tomate, maíz, frutas, etc. Van a encontrar de todo. No hay escasez, las tierras están produciendo. Si hubiera escasez de algún producto se podría decir que «hay tierras improductivas», ya que no están produciendo ese producto que hace falta. Pero en este caso no es así, el mercado, los productores, la empresa privada, están cubriendo muy bien lo que la sociedad necesita.
Por otro lado tenemos a un país como Venezuela donde sí hay escasez, y allí sí podríamos decir que HAY TIERRAS IMPRODUCTIVAS, tierras que no están produciendo alimentos. ¿Por qué pasó esto?, porque un gobierno de izquierda se encargó de destruir el aparato productivo nacional. Venezuela tenía sus grandes productores de alimentos, y el gobierno decidió expropiar sus negocios, por razones casi siempre de odio, «que esos empresarios tenían mucho», «o que una guerra económica del imperio», o el famoso cuento de la repartición de tierras a los que no tienen. Y esas empresas pasaron a ser parte del gobierno.
Como un gobierno de izquierda produce empleo a través del sector público, lógicamente esas nuevas empresas aumentaron sus nóminas en más de un 300% haciendo inviable la obtención de ganancias, y en gran medida el aumento de pérdidas. Pero ese gobierno de izquierda pudo mostrar que aumentó el empleo, así fuera un espejismo. Entonces a los que tenían tierras y no apoyaban al gobierno se las quitaban, y a los que podríamos decir que eran imparciales, les comenzaron a controlar los precios de sus productos. Qué pasa con esto último, que si por ejemplo una sociedad agrícola necesita invertir para una cosecha $50.000 dólares, y el gobierno de izquierda que está controlando los precios le dice que esa producción la debe vender a un precio total menor al que invirtió, esa sociedad al operar con pérdidas no va tener un beneficio que la motive a seguir invirtiendo y preferirá irse a otro país. Y nadie que esté ahí va a querer empezar un negocio sabiendo que va a perder. Como resultado, se van los que sí tenían la inteligencia y capital para iniciar proyectos agrícolas, y se quedan los que esperan que papá estado -la izquierda- les siga dando todo.
Cuando hay repartición de tierras por lo general se les entrega a personas que no tienen una vocación agrícola, eso primero, y segundo, las tierras se vuelven improductivas porque esas personas y el gobierno de izquierda no tienen la inteligencia para desarrollar los proyectos para ponerlas a producir. Esa empresa malvada dueña de la tierra que critica la izquierda, invertía en infraestructura, invertía en inteligencia -en profesionales-, invertía en innovación, creaba mercados, los buscaba, ofrecía empleos que pedía el mercado, es decir, que ellos podían pagar gracias a la venta de sus productos. Mientras que la izquierda primero sobrecarga a la empresa con trabajadores que no necesita, segundo pone a su cargo a personas que no tienen ni la vocación, ni la inteligencia, y tercero, si la empresa quiebra ellos no pierden nada, lo que se perdió fue el dinero de los contribuyentes, es decir, el dinero que recibe ese gobierno cuando se le pagan impuestos. Sale el gobierno de izquierda con su show demagógico, con su cortina de humo, y aquí no pasó nada.
UN MAR DE CORRUPCIÓN. Como esos gobiernos de izquierda comienzan a expropiar, y a expropiar, y a expropiar, y cada vez que un negocio es expropiado ponen a su gente a manejarlos, como es su gente no pasa nada si ellos roban, si el que está a cargo del gobierno prácticamente le robó a esos empresarios su negocio, «por qué nosotros no aprovechamos y hacemos lo mismo», dirán ellos. Y si su jefe directo que por lo general es un amigo, conocido o familiar del gobernante se entera, los que están más abajo le pintan el negocio, le dan su tajada, y todos felices con los bolsillos llenos. Igualmente puede pasar al contrario, el familiar o allegado al dirigente de izquierda que dejaron encargado, le pinta el negocio a los que tiene que vigilar, y todos se llenan los bolsillos hasta que quiebran los negocios o empresas. Y como papá estado paga todo... no pasa nada, así pueden seguir mientras estén a cargo del gobierno, por eso es tan difícil sacar a la izquierda cuando llega al poder, porque no hay nada más corrupto en el mundo, que un gobierno de izquierda. No hay nada que haga crecer más a la corrupción, que un estado grande sin control, ministerios para esto, ministerios para lo otro, secretarías para esto, secretarías para lo otro, consulado aquí, consulado allá, agencia para la vigilancia de esto, agencia para la vigilancia de lo otro, ente regulador para esto, ente regulador para lo otro, y sindicatos para dar y convidar. Y así un gobierno de izquierda crece, y crece, y crece... y con él, la CORRUPCIÓN.
Imagen del tema «Compendio básico de economía y política»
Y recuerden, Mercantilismo y Corporativismo NO son Capitalismo. La izquierda es feliz con los dos primeros.
Espero que esta información les sea muy útil.
Gracias.
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